Cuando la naturaleza es el auténtico lujo
Los sonidos de la naturaleza se amplifican y te envuelven, y sientes la conmoción de verte en plena jungla. El contacto con la naturaleza es total, pero viene acompañado de todas las comodidades. Es la fórmula ecolodge, donde el respeto por el entorno y la sostenibilidad hacen posible una estancia inolvidable en Costa Rica.
El término ecolodge se refiere a una forma de alojamiento de bajo impacto en la naturaleza, que es sostenible financieramente y que ayuda a proteger el entorno, involucrando además a las comunidades locales. Hoy en día las fórmulas ecológicas están de moda, pero en Costa Rica llevan años practicándolas. Una tradición que ha convertido a este país en el abanderado del turismo respetuoso con el medio ambiente. El hombre pone el sentido común y la naturaleza exuberante hace el resto.
Costa Rica cuenta con numerosos alojamientos ecolodge, donde la armonía y el relax se convierten en el primer y casi único objetivo del viaje. El Gobierno de este país centroamericano otorga el Certificado para la Sostenibilidad Turística a aquellos establecimientos que garantizan un exquisito cuidado y buen uso de los recursos naturales, bajo una serie de condicionantes que hay que cumplir escrupulosamente. El resultado son auténticos hoteles de lujo en plena selva, que ofrecen la posibilidad de volver a conectar con la Madre Naturaleza.
Pacuare Lodge

Introducirse en las 300 hectáreas que ocupa el recinto del Pacuare Lodge, en la provincia de Limón, es comenzar a disfrutar de un lugar mágico, donde la belleza y la diversidad de la naturaleza tropical deleitan los sentidos. En una reserva privada junto al río que da nombre al complejo se levantan bungalows y exquisitas suites engullidas literalmente por la selva tropical.
No hay mejor amanecer que el que vives cuando te levantas con el canto de decenas de coloridos pájaros. Las mariposas conviven con los tucanes y las oropéndolas, y todo ello con el sonido del agua como telón de fondo, pues no lejos de aquí se puede hacer rafting por estrechos cañones salpicados de cataratas de agua cristalina.
Durante el día se puede participar en múltiples actividades al aire libre que proporciona el entorno, desde canopy sobre el bosque húmedo a senderismo para la observación de aves. Por la noche, a la luz de las velas, es momento de revivir todas las emociones del día y planificar las del día siguiente.
Las buenas prácticas de este hotel le han hecho merecedor del sello de verificación de Rainforest Alliance y la máxima calificación que otorga el Gobierno costarricense en su Certificación de Sostenibilidad Turística.
Hotel Arenas del Mar

Cerca del Parque Nacional Manuel Antonio se encuentra este complejo situado frente al mar. Un auténtico mirador dividido entre el azul de las aguas -salpicado de islas sagradas para la población indígena- y el verde de la selva tropical. Se trata de un recinto donde los desplazamientos se hacen con vehículos solares, los alimentos que se sirven en los restaurantes son orgánicos y los artículos de los pequeños comercios están hechos por mujeres de la zona, que han convertido la artesanía en su forma de vida.
El entorno ofrece multitud de posibilidades, desde montar a caballo a la realización de deportes como kayak, rafting, surf o tirolina. Aunque quienes prefieran actividades más tranquilas pueden decantarse por la observación de monos aulladores, tucanes, halcones y colibríes, convertidos en los auténticos amos y señores del paisaje.
El Hotel Arenas del Mar es el primer hotel de lujo sostenible de Costa Rica, brindando cada servicio con una huella de carbono menor que la que queda tras una jornada de camping. Lo acreditan los numerosos premios de la Hoja de Sostenibilidad, que solo reciben los establecimientos auténticamente comprometidos con el medio ambiente.
Santa Juana

Situado en la zona de Quepos, este refugio de montaña comenzó siendo una pequeña casita utilizada como lugar de veraneo, pero hoy en día es uno de los ecolodge más reconocidos y respetados de Costa Rica.
La comida que se sirve en este entorno privilegiado está hecha por campesinos miembros de la comunidad local, quienes también participan en las actividades que se realizan para que los huéspedes disfruten al máximo de la zona: desde las visitas a las cascadas cercanas al senderismo para explorar la reserva natural. Con los ingresos de estos recorridos turísticos se apoya la plantación de árboles autóctonos y los programas destinados a la protección del medio ambiente.
El objetivo de Santa Juana es proporcionar al visitante la dosis de emociones necesarias para hacerle olvidar la rutina y el estrés diario. La vida en las laderas de la selva de la Cordillera Central del Pacífico es simple y deliciosa, y contrasta con la exclusividad del refugio, donde el bosque húmedo se funde con el océano Pacífico que se adivina en el horizonte.
Luna Lodge

Enclavado en la fascinante Península de Osa, al sur de Costa Rica, Luna Lodge es un albergue ecológico situado en 60 acres de bosque, junto al Parque Nacional Corcovado, definido como el “lugar biológicamente más intenso del planeta”. Un entorno fascinante, donde los huéspedes se acostumbran a la presencia de la pequeña fauna local y el sonido de los pájaros que parecen celebrar cada atardecer.
Los bungalows de este hotel, literalmente abrazados por los árboles y la vegetación, saben combinar aspectos sostenibles como el techo vegetal de las instalaciones con todo lujo de comodidades. Una simbiosis perfecta que le ha hecho obtener un nivel cinco en la certificación que otorga el Gobierno costarricense en función de la implicación con la sostenibilidad.
Es precisamente este espíritu de respeto al medio ambiente el que inunda toda la finca, que se despierta con los sonidos de criaturas exóticas, como los cuatíes, las especies de monos autóctonas o la guacamaya roja. A diez minutos a pie, unas preciosas cascadas se preparan para dar los buenos días a quienes acuden al amanecer, para verlas entre brumas. Después, nada como hacer yoga o darse un masaje reparador en medio de la selva. ¡Toda una experiencia inolvidable!
The Harmony Hotel

The Harmony Hotel, situado junto a la playa Guiones, en el Pacífico noroccidental de Costa Rica, es un paraíso para los apasionados del surf y los amantes de la sostenibilidad. El hecho de poseer el nivel cinco del Certificado de Sostenibilidad indica que se reciclan al menos el 85% de los residuos del hotel.
Las habitaciones utilizan agua calentada por paneles solares, que se filtra por medio de un sistema de aguas residuales, se purifica y luego se utiliza para regar los bananeros que utilizan los monos aulladores locales para alimentarse. El hotel tiene tan implantada su conciencia ecológica que sus pequeñas e inevitables emisiones de carbono son contrarrestadas con la plantación periódica de árboles, en la que participan tanto el personal del hotel como los huéspedes que lo desean.
Además, el complejo tiene un centro de salud donde se practica yoga y meditación, o donde se puede recibir un relajante masaje mientras uno planea ir a admirar los nidos de las tortugas o las fincas de café sostenible, entre otras actividades.
Hacienda Guachipelín

Prácticamente situada a los pies del volcán Rincón de la Vieja, en Guanacaste, esta hacienda fundada en el siglo XIX y de 1.360 hectáreas de terreno, está pensada para ser autosuficiente. El agua caliente procede de la energía solar, y la electricidad es producida por una rueda de molino, implicaciones ecológicas que han permitido que este eco-resort sea calificado con un nivel tres de sostenibilidad.
La hacienda posee exuberantes jardines con árboles de mil y una especies, flores exóticas y fauna autóctona, además de una piscina de aguas termales y ganado propio. Un extraordinario complejo donde nadie se pierde las excursiones a caballo y las piscinas de barro. Dicen quienes las han probado que son un auténtico regalo de la naturaleza.
Costa Rica cuenta con numerosos alojamientos ecolodge, donde la armonía y el relax se convierten en el primer y casi único objetivo del viaje. El Gobierno de este país centroamericano otorga el Certificado para la Sostenibilidad Turística a aquellos establecimientos que garantizan un exquisito cuidado y buen uso de los recursos naturales, bajo una serie de condicionantes que hay que cumplir escrupulosamente. El resultado son auténticos hoteles de lujo en plena selva, que ofrecen la posibilidad de volver a conectar con la Madre Naturaleza.
Pacuare Lodge
Introducirse en las 300 hectáreas que ocupa el recinto del Pacuare Lodge, en la provincia de Limón, es comenzar a disfrutar de un lugar mágico, donde la belleza y la diversidad de la naturaleza tropical deleitan los sentidos. En una reserva privada junto al río que da nombre al complejo se levantan bungalows y exquisitas suites engullidas literalmente por la selva tropical.
No hay mejor amanecer que el que vives cuando te levantas con el canto de decenas de coloridos pájaros. Las mariposas conviven con los tucanes y las oropéndolas, y todo ello con el sonido del agua como telón de fondo, pues no lejos de aquí se puede hacer rafting por estrechos cañones salpicados de cataratas de agua cristalina.
Durante el día se puede participar en múltiples actividades al aire libre que proporciona el entorno, desde canopy sobre el bosque húmedo a senderismo para la observación de aves. Por la noche, a la luz de las velas, es momento de revivir todas las emociones del día y planificar las del día siguiente.
Las buenas prácticas de este hotel le han hecho merecedor del sello de verificación de Rainforest Alliance y la máxima calificación que otorga el Gobierno costarricense en su Certificación de Sostenibilidad Turística.
Hotel Arenas del Mar
Cerca del Parque Nacional Manuel Antonio se encuentra este complejo situado frente al mar. Un auténtico mirador dividido entre el azul de las aguas -salpicado de islas sagradas para la población indígena- y el verde de la selva tropical. Se trata de un recinto donde los desplazamientos se hacen con vehículos solares, los alimentos que se sirven en los restaurantes son orgánicos y los artículos de los pequeños comercios están hechos por mujeres de la zona, que han convertido la artesanía en su forma de vida.
El entorno ofrece multitud de posibilidades, desde montar a caballo a la realización de deportes como kayak, rafting, surf o tirolina. Aunque quienes prefieran actividades más tranquilas pueden decantarse por la observación de monos aulladores, tucanes, halcones y colibríes, convertidos en los auténticos amos y señores del paisaje.
El Hotel Arenas del Mar es el primer hotel de lujo sostenible de Costa Rica, brindando cada servicio con una huella de carbono menor que la que queda tras una jornada de camping. Lo acreditan los numerosos premios de la Hoja de Sostenibilidad, que solo reciben los establecimientos auténticamente comprometidos con el medio ambiente.
Santa Juana
Situado en la zona de Quepos, este refugio de montaña comenzó siendo una pequeña casita utilizada como lugar de veraneo, pero hoy en día es uno de los ecolodge más reconocidos y respetados de Costa Rica.
La comida que se sirve en este entorno privilegiado está hecha por campesinos miembros de la comunidad local, quienes también participan en las actividades que se realizan para que los huéspedes disfruten al máximo de la zona: desde las visitas a las cascadas cercanas al senderismo para explorar la reserva natural. Con los ingresos de estos recorridos turísticos se apoya la plantación de árboles autóctonos y los programas destinados a la protección del medio ambiente.
El objetivo de Santa Juana es proporcionar al visitante la dosis de emociones necesarias para hacerle olvidar la rutina y el estrés diario. La vida en las laderas de la selva de la Cordillera Central del Pacífico es simple y deliciosa, y contrasta con la exclusividad del refugio, donde el bosque húmedo se funde con el océano Pacífico que se adivina en el horizonte.
Luna Lodge
Enclavado en la fascinante Península de Osa, al sur de Costa Rica, Luna Lodge es un albergue ecológico situado en 60 acres de bosque, junto al Parque Nacional Corcovado, definido como el “lugar biológicamente más intenso del planeta”. Un entorno fascinante, donde los huéspedes se acostumbran a la presencia de la pequeña fauna local y el sonido de los pájaros que parecen celebrar cada atardecer.
Los bungalows de este hotel, literalmente abrazados por los árboles y la vegetación, saben combinar aspectos sostenibles como el techo vegetal de las instalaciones con todo lujo de comodidades. Una simbiosis perfecta que le ha hecho obtener un nivel cinco en la certificación que otorga el Gobierno costarricense en función de la implicación con la sostenibilidad.
Es precisamente este espíritu de respeto al medio ambiente el que inunda toda la finca, que se despierta con los sonidos de criaturas exóticas, como los cuatíes, las especies de monos autóctonas o la guacamaya roja. A diez minutos a pie, unas preciosas cascadas se preparan para dar los buenos días a quienes acuden al amanecer, para verlas entre brumas. Después, nada como hacer yoga o darse un masaje reparador en medio de la selva. ¡Toda una experiencia inolvidable!
The Harmony Hotel
The Harmony Hotel, situado junto a la playa Guiones, en el Pacífico noroccidental de Costa Rica, es un paraíso para los apasionados del surf y los amantes de la sostenibilidad. El hecho de poseer el nivel cinco del Certificado de Sostenibilidad indica que se reciclan al menos el 85% de los residuos del hotel.
Las habitaciones utilizan agua calentada por paneles solares, que se filtra por medio de un sistema de aguas residuales, se purifica y luego se utiliza para regar los bananeros que utilizan los monos aulladores locales para alimentarse. El hotel tiene tan implantada su conciencia ecológica que sus pequeñas e inevitables emisiones de carbono son contrarrestadas con la plantación periódica de árboles, en la que participan tanto el personal del hotel como los huéspedes que lo desean.
Además, el complejo tiene un centro de salud donde se practica yoga y meditación, o donde se puede recibir un relajante masaje mientras uno planea ir a admirar los nidos de las tortugas o las fincas de café sostenible, entre otras actividades.
Hacienda Guachipelín
Prácticamente situada a los pies del volcán Rincón de la Vieja, en Guanacaste, esta hacienda fundada en el siglo XIX y de 1.360 hectáreas de terreno, está pensada para ser autosuficiente. El agua caliente procede de la energía solar, y la electricidad es producida por una rueda de molino, implicaciones ecológicas que han permitido que este eco-resort sea calificado con un nivel tres de sostenibilidad.
La hacienda posee exuberantes jardines con árboles de mil y una especies, flores exóticas y fauna autóctona, además de una piscina de aguas termales y ganado propio. Un extraordinario complejo donde nadie se pierde las excursiones a caballo y las piscinas de barro. Dicen quienes las han probado que son un auténtico regalo de la naturaleza.